Nueva etapa en la disputa cervecera: tras acuerdo con la FNE, CCU y AB InBev vuelven al mano a mano
En la belga consideran que la multa que pagará la chilena le da la razón a sus acusaciones de exclusividades de facto con locatarios. CCU refuta esa postura, mientras artesanales miran con cautela.
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A mediados de marzo, CCU logró un acuerdo con la Fiscalía Nacional Económica (FNE), luego de que la entidad liderada por Jorge Grunberg interpusiera un requerimiento en su contra, acusándola de generar -en el mercado de las cervezas- exclusividades de facto con locales comerciales, incumpliendo así un avenimiento de 2008.
La firma ligada al Grupo Luksic y Heineken se comprometió a pagar UTA 3.000 (más de US$ 2,4 millones) a beneficio fiscal, además de asumir una serie de obligaciones, como perfeccionar su programa de cumplimiento en materia de libre competencia, designar un supervisor independiente para responder ante la FNE y, en ciertos casos, facilitar infraestructura -como dispensadoras de cerveza y equipo de refrigeración- para pequeños productores.
Sin embargo, no fue la Fiscalía la que lanzó primero la piedra contra CCU. Meses antes de que la FNE ingresara su requerimiento, en marzo de 2023, la multinacional belga AB InBev -principal competidora de la chilena y matriz de marcas como Becker, Budweiser, Corona y Stella Artois- había demandado a CCU ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) por los mismos hechos.
Y esta compañía no bajará los brazos en su arremetida, al menos por ahora. Si bien las audiencias de conciliación de CCU con la Fiscalía dieron frutos, con AB InBev no llegaron a puerto.
La belga siguió de cerca y con recelo las negociaciones de su competidora con la FNE y dentro de la compañía consideran que el hecho de que CCU vaya a pagar una multa le da la razón a la denuncia que ellos presentaron. Y así, la disputa en la industria cervecera vuelve al uno contra uno, con ambas empresas blindadas con grandes estudios de abogados: la chilena con Claro & Cía, y AB InBev con Ferrada Nehme.
Versiones enfrentadas
Lo cierto es que el acuerdo firmado por CCU explicita que, por parte de esta compañía, no existen “reconocimientos de hechos que pudieran tener un alcance probatorio, quedando a salvo las garantías procesales de las partes que continúan en el litigio”. Es decir, ni AB InBev ni otras cerveceras menores que participaron como terceros en el proceso podrían hacer uso de este documento a su favor, por ejemplo, para pedir indemnizaciones.
¿En qué cedió CCU? Según reveló el TDLC, la compañía se mantuvo firme en su postura de que actuó con “buena fe en la suscripción y ejecución de los contratos”, sin embargo, admitió que “no puede descartar” dos cosas respecto a los mismos.
Lo primero, que el cumplimiento de prestaciones -a título de contraprestación-, como pago de sumas de dinero, entrega de activos o beneficios para los locatarios, “pudieron haber generado errores de entendimiento en algunos establecimientos del canal de consumo inmediato, asociados a limitaciones o prohibiciones de venta de cerveza de terceros (ajenas a los contratos)”, planteó la compañía.
Y, en segundo lugar, CCU señaló que parte de su fuerza de venta “por errores de comprensión o conocimiento, y sin mediar instrucción alguna de CCU en tal sentido, pudiera en algunos casos haber inducido a error o no haber sido suficientemente claro en las explicaciones efectuadas a los establecimientos respecto de los alcances de los acuerdos comerciales”.
Consultada, la cervecera señaló a DF que “en esta etapa, sobre la base de lo acordado en el avenimiento de 2008, se recogen los cambios que ha experimentado el mercado, con nuevas tendencias de consumo y la entrada de nuevos actores. En la última década han surgido con fuerza centenares de microcerveceros -unos 300 a lo largo del país-, quienes cumplen un rol clave en el desarrollo de la categoría”.
Y en esa línea, sostuvo que el acuerdo da especial relevancia al desarrollo de los pequeños productores, para asegurar su visibilidad en los locales del canal consumo y “ratifica que siempre hemos cumplido nuestros compromisos en materia de libre competencia”.
En contraste, fuentes ligadas a AB InBev reclaman que la multa que pagará CCU da cuenta de que se incumplió el avenimiento de 2008, pero que el monto es insuficiente, dado que las faltas de su competidora se arrastran por un período de más de 15 años.
Pequeños productores
Desde la vereda de los artesanales, esperan atentos a que se conozca el acuerdo completo, ya que hasta ahora solo se han publicado los lineamientos generales. Así cuenta Luis de Urruticoechea, presidente de la Asociación de Cervecerías Independientes (ACI), gremio que participó en el proceso como tercero coadyuvante de la FNE y que, durante las negociaciones para el acuerdo, manifestó sus molestias por no ser incluido en las conversaciones.
De Urruticoechea explica que, en ciertos puntos, el acuerdo debería mejorar la situación para los pequeños productores, como por ejemplo en cuanto al supervisor independiente, ya que antes no tenían a quién presentar las denuncias de manera expedita.
Sin embargo, admite que es escéptico respecto a otras cláusulas, sobre todo en las que CCU se compromete a entregar infraestructura y dar espacio a los pequeños productores. Dice que durante años esta compañía ha mostrado una cultura que no favorece a la entrada de nuevos actores al mercado, por lo que prefiere aguardar a ver cómo se aterrizan esos compromisos en la práctica.